sábado, 27 de octubre de 2012

"Tierra: la película de nuestro planeta"

“TIERRA, es un canto a la belleza de nuestro planeta y un recordatorio de la delicada fragilidad del lugar donde vivimos”. Así empezaba el texto de la tapa posterior del DVD de la película Tierra: la película de nuestro planeta. Quien dice película dice documental, ya que este documento audiovisual nos transporta desde el Ártico hasta el Antártico en un viaje de polo a polo en el que descubriremos cómo las acciones humanas están afectando en una medida cada vez mayor a la vida de diversos seres vivos.

No, amigos, hoy no vengo a hablaros de otro de mis viajes, sino de esta película. Realmente buena, os lo aseguro. Imágenes que nos acercan a la vida de animales como el oso polar, la ballena jorobada o los elefantes africanos al más puro estilo de la BBC –de hecho, noto muchas similitudes con la serie de documentales que hizo la BBC en 2006 titulada “Planeta Tierra”.

A lo largo de un año, este documental nos guiará por diferentes puntos del globo terráqueo, comenzando y terminando en el mismo punto: con los osos polares en el Ártico. Un viaje de muchos kilómetros de un extremo a otro, desde el norte hasta el sur. Un viaje que nos llevará a las selvas tropicales, la estepa africana y los océanos, además de pasar por lugares de singular belleza de nuestro planeta como son el Salto del Ángel, las cataratas de Iguazú o la cordillera del Himalaya.

Y a según vayamos avanzando en este viaje, nos acercaremos a la vida de animales como las bellas aves tropicales de plumaje colorido, las grullas damisela a su paso por el Himalaya en su migración anual o las ballenas jorobadas en su viaje de miles de kilómetros hasta la Antártida en busca de alimento.

Pero dentro del conjunto de bellas imágenes que nos regala el documental no falta una nota trágica en esta historia: una nota trágica fruto de las acciones humanas. El cambio climático está ocasionando que la vida de los seres vivos de nuestro planeta esté cambiando de una manera cada vez más rápida. Y es esto lo que quiere en realidad dar a conocer este documental. Una llamada a la concienciación humana para que actuemos en consecuencia. Somos responsables de unos actos que no sólo nos afectan a nosotros mismos, sino a muchos más seres vivos de los que tenemos conciencia.

El documental finaliza transmitiéndonos el mensaje de que aun no es demasiado tarde para actuar, pero que no podemos esperar más, ya que dentro de pocos años los cambios que sufra nuestro planeta serán irreversibles. A causa del aumento de temperatura, el Ártico se derrite y los osos polares cada vez sufren más dificultades para conseguir su alimento. Y no sólo eso. Los océanos también están sufriendo las consecuencias del calentamiento global. Si las temperaturas siguen aumentando, el alimento necesario para muchos animales marinos desaparecerá y en consecuencia, esos animales se verán gravemente afectados. De hecho, no es algo que vaya a ocurrir en un futuro, sino que está ocurriendo ahora.

Creo que aunque ya hay muchas personas que se están dando cuenta del problema que estamos causando, todavía queda mucho por hacer. Necesitamos un cambio de conducta global, necesitamos que todo el mundo se dé cuenta de lo importante que es cuidar el planeta, nuestra casa y la de millones de seres vivos más.


Como conclusión a este post, os dejo una canción de Amaral que me gusta muchísimo y que es un canto a este planeta en el que habitamos:

Si hemos roto con los bosques, si hemos roto con los mares, con los peces, con el viento que nos hizo libres...


martes, 23 de octubre de 2012

La isla de las calas color turquesa

Después de varias entradas hablándoos sobre lugares en el interior de España, he pensado en trasladaros fuera de la península y llevaros hasta las islas Baleares, concretamente hasta la isla de Mallorca.

Durante los tres días que pude recorrer Mallorca en coche pude disfrutar de impresionantes parajes que me gustaría compartir con vosotros. Debo deciros que las calas que hay allí son de un color azul impactante, así como la claridad de sus aguas. Dicho en otras palabras, un pequeño paraíso.


Una muestra de la transparencia y 
tonalidad de las aguas mallorquinas

En esta entrada voy a hablaros de parte de mi primer día recorriendo Mallorca, el cual comenzó en el sureste de la isla. Aquel día comenzamos visitando Cala Figuera y Cala Santanyí, la una al lado de la otra. Desde Mallorca, se llega tomando la Ma-19 hasta el pueblo de Santanyí, desde donde encontraréis las indicaciones para ir a estas dos calas, a pocos kilómetros del pueblo.

Ya nada más llegar a Cala Figuera podremos disfrutar de unas buenas vistas desde los acantilados. Por suerte, podremos descender por unas escaleras para acercarnos más al lugar donde el mar rompe contra las rocas.


Vistas de Cala Figuera desde los acantilados

A la derecha de la imagen, las escaleras por las 
que se desciende a la parte inferior del acantilado

Cala Figuera desde el pie del acantilado

En aquel momento de la mañana en que visité el lugar, las nubes cubrían el cielo, lo que hacía que se respirase un ambiente especial, como si el mar estuviese más salvaje de lo que ya estaba. Sin embargo, cuando el sol salió, el mar seguía igual, pero todo tenía un aspecto más alegre, más veraniego. Y de la misma manera, el agua también nos permitió ver su color azul intenso.


Imágenes del interior de Cala Figuera

Cala Santanyí es diferente. Prácticamente tiene permitido el baño en toda su zona y desde el inicio la pequeña playa invita a meterse en el agua. También en Cala Figuera hay una zona para el baño, pero es menor. Además, por lo que vi en Cala Santanyí, hay más edificios alrededor de la pequeña cala. Eso sí, lo impresionante de su color azul turquesa en indiscutible. En ese sentido, me gustó más que Cala Figuera.



 Imágenes de Cala Santanyí

Y para acabar la entrada de hoy, hablemos de la Cala Mondragó, también cercana al pueblo de Santanyí. Para mi gusto, es esta cala la más bonita de las tres. Ya desde el principio podemos disfrutar del color característico de las aguas de estos lugares, pero yo os invito a que andéis un poco más allá por un pequeño camino que bordea la cala por la parte derecha. Podréis disfrutar de una mayor tranquilidad y del contraste de azules que ofrece esta cala según nos aproximemos a la salida al mar.

A la derecha, el camino que os recomiendo seguir


Imágenes de Cala Mondragó en la 
zona cercana de apertura al mar

Sin duda, estos parajes son una delicia para la vista y es imposible no enamorarse de la claridad de sus aguas, así como de su tonalidad turquesa. Lo que yo no sabía es que la sorpresa que estos lugares suponían para mí era sólo el principio de lo que me esperaba durante mi estancia en Mallorca. Pero, claro, esa es otra historia.

miércoles, 17 de octubre de 2012

El nacimiento del río Ebro

Siempre me han llamado la atención los nacimientos de los ríos, el lugar donde comienzan siendo una pequeñez esos ríos que luego reciben la denominación de “el más caudaloso de” o “el más largo de”, por ejemplo. Este el caso del río Ebro.

El río más caudaloso y segundo más largo de España nace en el pueblo cántabro de Reinosa, a unos 73 km al sur de Santander.

Rodeado de árboles y con una paz tan solo interrumpida por el canto de los pajarillos, el Ebro emerge de las rocas de una manera tranquila, impresionantemente tranquila. Y ya desde el primer momento en que este río nace, se ensancha y poco a poco va cobrando una mayor envergadura.


 Imágenes nacimiento del río Ebro

Paz es lo que se respira en este sitio: árboles, aguas cristalinas y la compañía de las pequeñas aves que cantan desde las ramas. Durante mi visita al lugar, no faltaron tampoco dos patos que por allí daban su paseo acuático.

Paraje donde nace el río Ebro

Patos en el río Ebro

(Siento que la calidad de la última imagen no sea mejor, pero mis fotografías están realizadas con cámara digital).

La verdad es que me sorprendió bastante ver esto y comprobar cómo algo que en principio es tan pequeño como un río en su nacimiento llega a convertirse en algo tan grande como es el Ebro tal y como lo podemos ver en momentos de su cauce como es su emblemático paso por la ciudad de Zaragoza, con la visión de la Catedral de Nuestra Señora del Pilar junto a él.

Hoy me despido de vosotros con esta imagen del río Ebro a su paso por Zaragoza, una panorámica de la que pude disfrutar cuando visité la ciudad en el verano del año 2010.


lunes, 15 de octubre de 2012

Lagunas Glaciares de Neila (Burgos)

Cuando este verano fui a pasar unos días a Soria no pensé que acabaría en el Parque Natural de las Lagunas Glaciares de Neila, en Burgos.

Yo llegué allí desde Quintanar de la Sierra desde Soria por la N-234 hasta Abejar, y una vez allí, siguiendo la CL-117 hasta Quintanar de la Sierra (para entonces la carretera ya será la BU-P-8221. Por lo que veo en Google Maps, desde Burgos hay que tomar la A-1 dirección Sarracín y desde ahí la N-234 hasta Salas de los Infantes, donde tomaremos la ya nombrada BU-P-8221. Sea como sea, una vez en Quintanar de la Sierra tendremos que seguir las indicaciones que señalan hasta las Lagunas Glaciares de Neila. Se iniciará un ascenso por carretera que en un momento determinado se divide entre la carretera que sigue subiendo hacia las lagunas y otra que va hacia el pueblo de Neila. Tomaremos la de ascensión.


Ahora es importante señalar que existen dos parking para dejar el coche. Uno está al final de la carretera por la que vamos ascendiendo y el otro está a medio camino. Si dejamos el coche en este último, ya os digo que os esperan 20 minutos de ascensión a pie bastante duros por el desnivel que se pueden evitar si dejamos el coche en el parking que está al final de la carretera. Esto lo digo por experiencia porque nosotros creíamos que sólo existía un parking, el que está a medio camino, y tuvimos que subir el tramo que faltaba andando. Eso sí, un recorrido bastante agradable en cuanto a vegetación se refiere, con ese olor a pino que caracteriza la zona.

Poco antes de llegar al punto de inicio de las rutas, podremos disfrutar de unas buenas vistas desde un mirador que está unos metros antes.

Vistas desde el mirador

Desde el punto de inicio, tenemos dos opciones: hacia la izquierda para ir a la Laguna de los Patos y Laguna Brava, o hacia la derecha para ver la Larga y la Negra (no confundir con la Laguna Negra de Soria). Además, pocos metros después de comenzar a caminar por el camino de la derecha podremos observar varios metros más abajo la Laguna de la Cascada.

Laguna de la Cascada




Imágenes de la Laguna Larga



Imágenes de la Laguna Negra


Laguna de los Patos

Para los más preparados y experimentados en senderismo, también tiene interés un lugar llamado Las Calderas, situado detrás del Alto de Campiña. Siento no poder daros más información al respecto, pero por lo que nos contó un senderista con el que hablamos aquel día, es un lugar recomendable para aquel que estuviese preparado para ir.

Hacer todo el recorrido de las lagunas no creo que os lleve más de dos horas si vais a un ritmo normal, contando con las paradas posibles que se hagan a lo largo de la caminata. Una buena opción para pasar una mañana en contacto con la naturaleza, en la que podremos disfrutar contemplando el paisaje de montaña característico de la zona, con abundantes pinos silvestres en las laderas y en las zonas cercanas a la orilla de las lagunas. Lo único negativo que señalaría es que, por desgracia, aunque hay algún roble que otro en el Parque, los que yo vi no tenían vida, estaban secos completamente. A qué se deba esto es algo que no sabría decir…

Me despido de vosotros por hoy con estas dos imágenes de la zona.


martes, 9 de octubre de 2012

Wild Wonders of Europe

Hoy vengo a hablaros de otro tipo de contacto con la naturaleza, esta vez a través de la fotografía. Se trata de la exposición Wild Wonders of Europe (Maravillas Salvajes de Europa), que se encuentra disponible para el público hasta el 15 de diciembre en el parque de El Retiro (y dentro del parque, en el Paseo del Duque Fernán Núñez), en Madrid.

El propósito de este trabajo fotográfico es el de acercar a los ciudadanos a las maravillas naturales que tenemos en Europa. El oso pardo, la nutria, el abejaruco, el martín pescador, el cárabo, el águila pescadora, el quebrantahuesos, etc., son algunos de los animales que esta exposición nos muestra. Además, la exposición nos acercará a bellos paisajes europeos, pasando por las tierras volcánicas islandesas, las montañas alpinas o los impresionantes icebergs groenlandeses.

Aquí adjunto algunas de las fotografías que hice de, valga la redundancia, las fotografías de la exposición:

Abejaruco

Cárabo

Águila pescadora

Oseznos pardos

 Paisaje volcánico islandés

Además, esta exposición pretende concienciar a la población de los problemas medioambientales que existen actualmente. Esto se lleva a cabo a través de la información a pie de fotografía y a través de citas muy buenas en algunas de las marquesinas donde se insertan estas fotografías.

Una de las citas que podemos 
encontrar a lo largo de la exposición

Wild Wonders of Europe es una buena oportunidad para conocer algunos de los tesoros que tenemos en el continente europeo, que no son pocos. Muy recomendado para todo el mundo.

Excelentes fotografías y mejor trabajo. Desde aquí, mi más sincera enhorabuena a los que han hecho posible que todos podamos disfrutar de esta genial exposición al aire libre.

jueves, 4 de octubre de 2012

Rincones del Pirineo con encanto: Panticosa

Al norte de la provincia de Huesca y en pleno Pirineo aragonés, encontramos el pequeño pueblo de Panticosa. Mi visita a este lugar se remonta a julio de 2010, cuando fui a conocer este maravilloso conjunto montañoso que tenemos al noreste de la península y que son los Pirineos.

Mi subida a Panticosa es uno de los recuerdos más gratos que tengo de mi visita a los Pirineos. El encanto de esta ruta está, por supuesto, en el recorrido en sí, pero es en los últimos tramos, en los lagos y en el Mirador de los Valles, donde encontraremos nuestro premio. Si después de leer esto consigo animar a alguien a que vaya a conocer este lugar, le recomiendo que vaya temprano si elige la ruta dura, esto es, la de subida completa a pie.

Para llegar al pueblo de Panticosa, y tomando como referencia Huesca, tomaremos la E-7 dirección Sabiñánigo. Una vez allí tomaremos la N-260 dirección Biescas, y desde este lugar iremos por la A-136 hasta llegar a nuestro destino. Llegados a este punto, aparcaremos el coche cerca del puente de piedra cercano al teleférico.

Ahora hay dos opciones: subir a pie o subir en el teleférico. Ya os advierto que la subida es bastante dura por el desnivel y que una vez arriba, en la otra caseta del teleférico, pasadas unas dos horas, hay otra caminata de hora y media aproximadamente hasta que alcancemos el mirador. También advierto que sólo la subida en teleférico (o en su defecto, la bajada) ya tiene un precio elevado. Esto ya es a elección de cada cual.

Lugar donde podemos coger el teleférico

El camino de tierra está muy bien marcado hasta la cima, sólo hay que seguirlo. El primer tramo lo pasaremos rodeados de árboles y según vayamos ascendiendo los dejaremos atrás para dar paso a los prados verdes y a las vacas que pastan en ellos.


 Vistas de las que podemos disfrutar a lo largo de la subida 

Independientemente de la opción que hayamos escogido para subir, debemos llegar hasta la caseta de servicio que conecta con el final del teleférico. Aquí podremos reponer fuerzas si hemos subido andando, aunque ya os podéis imaginar que los precios de los artículos que aquí venden no son precisamente baratos (por lo tanto, es recomendable llevar la comida y la bebida en la mochila si queremos ahorrarnos unos euros).

Una vez hecho esto, avanzaremos unos metros en el camino y nos dirigiremos hasta un punto en que el camino se bifurca por la izquierda hacia los lagos y el mirador, y a la derecha hacia la Hoz de Jaca. Tomaremos el camino de la izquierda.

Los lagos de Panticosa son dos: el ibón o lago de Sabocos y el de los Asnos. El primero lo encontraremos pronto. Una vez que hemos andado unos minutos, llegaremos a un desvío hacia la izquierda que nos conduce al ibón de Sabocos. Sin embargo, si lo preferimos también podemos observarlo desde el propio camino. Siguiendo el camino, y sin necesidad de desviarnos mucho del camino principal, llegaremos al lago de los Asnos, a una altitud de 2.069 metros.


Ibón de Sabocos

Indicador que nos conduce hacia el mirador y el lago de los Asnos 


Imágenes del lago de los Asnos

Y finalmente, llegamos al último tramo de este recorrido y, como suele suceder, el más duro de todos. Pero una vez arriba podremos disfrutar de unas impresionantes vistas de los Pirineos tanto por una vertiente del mirador como por la otra.

Peña Roya y Peña Blanca vistas desde el último tramo de recorrido


Vistas desde el Mirador de los Valles

El tiempo que empleé yo para hacer todo esto fue de aproximadamente unas tres horas y media, sin contar el tiempo de descanso en la caseta de servicio de esquí.


Y si queréis completar el día a lo grande, os aconsejo que una vez que hayáis hecho el camino de vuelta y estéis en el pueblo, os acerquéis con el coche hasta el balneario de Panticosa, unos kilómetros más arriba. Rodeado de montañas y con dos grandes caídas de agua, el balneario se encuentra en un lugar muy agradable para la vista y con un encanto especial.

Además, no tenemos porqué contentarnos con mirar de lejos: contamos con la posibilidad de acercarnos a las cascadas y sentir de cerca el frescor que desprenden estas caídas de agua (pero, cuidado: podemos acabar empapados si nos acercamos demasiado).

Visión general del lugar donde se encuentra el balneario


Las dos cascadas que podemos encontrar en el balneario


En definitiva, creo que Panticosa es uno de esos lugares no tan conocidos (en cuanto a interés natural se refiere, ya que el balneario sí es más conocido) como lo son otros, véase el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, pero ello no quiere decir ni mucho menos que sea menos digno de ver; de hecho, yo recomiendo que os paséis por aquí si algún día vais a conocer el Pirineo aragonés.